Un profesor, un ginecólog también puede ser Violador

A tod@s l@s compañer@s de las organizaciones y movimientos sociales, a la comunidad en general:

CONVOCATORIA

En marzo del año pasado, JORGELINA, una adolescente de diecisiete años, denunciaba que había sido violada por Carlos Anzaldo, su profesor de biología y también su ginecólogo. En ese momento, expresaba todo su sufrimiento y padecimiento de la siguiente manera:

"Hoy, siento una angustia que me cubre todo el pecho,
la impotencia y el dolor se mezclan y brotan en mi llanto.
Siento la necesidad de gritar pero se me apaga la voz.
Pido ayuda pero es como que nadie me escucha..
Cada lágrima de mamá y papá me lastima.
Cada vez que alguien me pregunta lo que me sucedió,
siento una mezcla de vergüenza y dolor.
Pero mi vida continúa.
Hoy puedo decir que lo que no me mató, me hizo más fuerte y de golpe me maduró.
Ahora sé que la vida algún día me va a premiar y ese día será cuando reciba la noticia de que
POR MÍ, POR TODAS LAS MUJERES QUE PASARON POR ESTO,
AL FIN SE HABRÁ HECHO JUSTICIA.”

Hace más de un año de este escrito y hace más de una año que Jorgelina inició, con una valentía admirable, un camino de denuncia y de reclamo de justicia. Denuncia que activó también el penoso proceso que deben soportar las víctimas de violaciones Si una violación es un hecho grave, horrendo, violento y salvaje; denunciarla se convierte, para la víctima, en una nueva agonía, un calvario indescriptible. Las víctimas de violación están desprotegidas, quien denuncia una violación debe someterse a la sospecha permanente, a las preguntas capciosas, a la desconfianza. Jorgelina tuvo que soportar esas y muchas otras humillaciones.
Sin embargo, pudo fortalecerse porque su acto valiente le fue devolviendo una dignidad que empezó a resquebrajar tanto terror e impunidad. Porque por más de veinte años, Anzaldo violó, abusó, amenazó a un número importante de mujeres de Cinco Saltos escudado bajo la pantalla que le otorgaba su clase social y su profesión. El silencio fue su cómplice, el encubrimiento le dio impunidad. La actitud de Jorgelina puso en evidencia de qué manera opera el sistema patriarcal y sobre todo la indefensión en que nos encontramos las mujeres. Su denuncia fue una alerta y también un mensaje social:

¡¡BASTA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!!

El juicio a Anzaldo, que se inició el 12 de septiembre, llega a una instancia decisiva: la lectura de la sentencia. A pesar de los intentos y estrategias de los abogados y del violador para dilatarlo, a pesar de los intentos para evitar que las víctimas estuvieran acompañadas, a pesar del despliegue represivo y las amenazas, el viernes 2 denoviembre, los jueces Gutiérrez Elcaras, Drake y Repetto deberán asumir la responsabilidad de que hechos violentos como los cometidos por Anzaldo contra mujeres de Cinco Saltos no queden impunes.
Ese día, estaremos junto a Jorgelina, exigiendo a estos jueces que juzguen a favor de los derechos de las mujeres y diciéndoles que:

NO NECESITAMOS UN VEREDICTO DE CULPABILIDAD
PORQUE SABEMOS QUE ANZALDO ES CULPABLE.
¡¡QUEREMOS QUE EL VIOLADOR ESTÉ EN LA CÁRCEL!!

Convocamos a todas las organizaciones sociales, grupos feministas, estudiantes, comunidad en general a acompañar a Jorgelina, como lo han hecho hasta ahora, y escuchar la sentencia que se leerá a partir de las 19 hs. en el juzgado ubicado en Urquiza y España de la ciudad de Cipolletti.
Grupo de Apoyo a las Víctimas de abusos y violaciones de Cinco Saltos (31/10/07)
GRACIAS POR DIFUNDIR ESTA CONVOCATORIA